domingo, 11 de diciembre de 2011

Recta final

 El troll ha dicho que antes de Navidad volvemos al castillo de siempre. Estoy muy contenta, ya me había acostumbrado un poco a este castillo, pero hace mucho frío y no termino de encajar con el resto del servicio.

 Como ya queda poco, estoy de trabajo hasta arriba. Siento que no puedo con todo pero intento pensar que cada vez queda menos para que todo vuelva a ser como antes. Los duendes se están portando un poco mejor de lo que esperaba aunque no han cedido ni un minuto en los plazos de entrega. El otro día fui a entregar una partida a un duende gordo y bonachón y me animó. Me ofreció el doble del precio y una ninfa dorada si conseguía entregarlo todo a tiempo con la máxima calidad, me dijo que confiaba en mí, algo que hacía mucho que no oía.

 Por otro lado, casi no veo al sapo. Me cuesta mucho, pero el poco tiempo que tengo lo necesito para los duendes. Aun así siempre encuentra un hueco para hacerme feliz. El troll ya le conoce y el sapo que es muy listo ha sabido caerle bien. Seguramente cuando nos mudemos al otro castillo le de un pase libre para entrar cuando quiera por el foso.

 Tengo muchas ganas de ver a mis dragones otra vez. Huesos casi no conoce el castillo viejo y allí podrá crecer todo lo que le queda. Quiero que la próxima semana pase volando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario