jueves, 21 de abril de 2011

Lluvia antes del viaje

 Hoy ha llovido, ha caído una tormenta. Sólo ha durado unos minutos, pero de repente parecía que el Señor Oscuro había conseguido dominar la Tierra y estaba destruyéndolo todo para crear un nuevo mundo bajo su poder, pero no. Sólo ha sido agua y granizo, muy fuertes.

 Es divertido cómo llueve por aquí. Lo que en otros lugares decide llover durante todo un día, en estas tierras cae todo junto en el mínimo tiempo posible. Yo creo que el que controla el clima de esta zona se cronometra para ver cuánto tarda en echar tantos litros y luego intenta batir su récord, esa es la posibilidad más plausible que se me ocurre. Me lo he pasado bien. Hacía sol y de repente y sin aviso nos han empezado a cae cubos de agua encima. Estábamos preparando la caravana para partir mañana y nos hemos tenido que resguardar corriendo. En cuanto se ha ido el viento he buscado cualquier excusa para poder salir bajo la lluvia y he tenido la suerte de que nadie había comprado pan para el viaje. He ido hasta el puente, donde vive el viejo chino que siempre vende lo que necesitas y he comprado dos hogazas calentitas y he podido pasear de vuelta al castillo despacio, abrazada al pan caliente, casi quería cerrar los ojos para disfrutar lo máximo del momento.

  Mañana nos vamos de viaje a un castillo pequeño que tiene que revisar el troll. Nos vamos unos cuantos criados con él porque seguramente habrá que darle un repaso y dejarlo reluciente para que el troll se quede satisfecho. Creo que vamos a estar tres o cuatro días, espero que no más porque no quiero perderme la feria de la lana de la semana que viene. Hay lanas de todos tipos y colores, vienen vendedores de sitios lejanos y lo mejor es que dan muestras para que puedas hacer cosas pequeñitas. No quiero trabajar el doble en el otro castillo por la misma recompensa (comida y cama), no me gusta, pero no puedo escaparme. Quiero estar todo el día en mi torre o en el bosque con un libro bonito y mucha lana para tejer. 

 Esta mañana he encontrado un libro en un armario, lo he secuestrado y lo tengo en mi habitación porque llevaba meses pensando en cómo conseguir dinero para ahorrar y poder comprármelo y hoy ha aparecido ante mis ojos, como un pequeño regalo.

 También ha sido curioso que, después de mencionarla hace poco, esta noche he visto Matilda. Hacía más de un año, creo, que no la veía y me sigue cautivando como el primer día, aunque me he dado cuenta de que algunas cosas no son tan bonitas como las recordaba. No importa, no deja de ser tan adorable como siempre. Yo también quiero leer tanto como ella, aunque no sea tan lista.


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